martes, 27 de enero de 2009

El Papa quiere lanzar campaña contra el hambre en el mundo

VATICANO, 27 Ene. 09 (ACI).-La Sala de Prensa de la Santa Sede anunció que el próximo 3 de febrero, al presentar el mensaje del Papa Benedicto XVI para la Cuaresma 2009 que lleva como título "Y después de hacer un ayuno de cuarenta días y cuarenta noches, al fin sintió hambre (Mt. 4, 2)", el Santo Padre lanzará de este modo una campaña contra el hambre en el mundo.
La conferencia de prensa para la presentación de esta iniciativa se realizará en al Aula Juan Pablo II de la Sala Stampa de la Santa Sede, a las 11:30 a.m. –hora local– en la que intervendrán el Cardenal Josef Cordes, Presidente del Pontificio Consejo "Cor Unum"; y Josette Sheeran, Directora Ejecutiva del Programa Alimentario Mundial de las Naciones Unidas (WFP).

lunes, 26 de enero de 2009

Benedicto XVI explica qué es la conversión cristiana

VATICANO, 25 Ene. 09 (ACI).-Miles de personas se reunieron este mediodía en la Plaza de San Pedro para rezar el Ángelus dominical con el Papa Benedicto XVI, quien explicó de manera elocuente y sencilla en qué consiste la conversión cristiana según el modelo paulino.
"La conversión consiste en creer en la muerte y resurrección de Jesús como realidades que se han dado para cada uno y que solo de la mano de Cristo es posible conocer y vivir la riqueza de su amor", dijo el Pontífice."Saulo se convirtió, porque gracias a la luz divina, 'creyó en el Evangelio'. En esto consiste nuestra y su conversión: en creer en Jesús, muerto y resucitado, y abrirse a la iluminación de su gracia divina", dijo el Santo Padre.
El Papa hizo notar que si bien en el caso de Pablo "algunos prefieren no hablar de conversión, … la experiencia del Apóstol puede ser modelo de toda auténtica conversión cristiana. … Ésta maduró en el encuentro con Cristo resucitado: y fue este encuentro aquello que hizo cambiar radicalmente su existencia. Comprendió que su salvación no depende de las obras buenas realizadas según la ley, sino del hecho que Jesús también murió por él y había resucitado".
Seguidamente el Pontífice explicó el significado de la conversión: "Convertirse significa creer que Jesús 'se ha dado a sí mismo por mí', muriendo en la cruz y resucitando, vive conmigo y en mi. Confiándome a la potencia de su perdón, dejándome tomar de la mano, puedo salir de las arenas movedizas del orgullo y del pecado, de la mentira y de la tristeza, del egoísmo y de toda falsa seguridad, para conocer y vivir la riqueza de su amor".
Asímismo, explicó la importancia de la conversión en vistas a la conclusión de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos: "El Apóstol nos indica la actitud espiritual adecuada para poder caminar en la vía de la comunión"; y pidió a María "nos obtenga el don de la verdadera conversión".
El Santo Padre rezó el Ángelus, saludó a los presentes en diversos idiomas e impartió su Bendición Apostólica, tras recordar la importancia de la Jornada mundial contra la Lepra que se celebra este domingo.

El Papa en YouTube quiere ayudar a “quienes buscan respuestas”

CIUDAD DEL VATICANO, domingo 25 de enero de 2009 (ZENIT.org).- El Papa aludió hoy, durante los saludos a los peregrinos de lengua inglesa congregados en la plaza de San Pedro para el rezo del Ángelus, a la nueva presencia del Vaticano en el canal YouTube de internet, anunciada el pasado viernes por la Santa Sede.
"Espero que esta iniciativa enriquecerá a una amplia gama de personas - incluyendo a aquellos que aún no han encontrado una respuesta a su búsqueda espiritual - a través del conocimiento y amor de Jesucristo cuyo mensaje de Buena Noticia la Iglesia quiere llevar hasta el confín de la tierra", afirmó.
El pontífice se refirió también al Mensaje de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de este año, que se dio a conocer también el viernes, y en el que el Papa habla a los jóvenes de la "generación digital" sobre el uso correcto de las nuevas tecnologías.
"Indudablemente, el uso sabio de las tecnologías de la comunicación permite a las comunidades formarse en vías que promueven la búsqueda de la verdad, el bien y la belleza, trascendiendo las fronteras geográficas y las divisiones étnicas", afirmó. "Con este fin, el Vaticano ha lanzado una nueva iniciativa que hará la información y las noticias de la Santa Sede más accesible en la red".
Jornada Mundial de la Lepra
El Papa quiso recordar hoy también la Jornada Mundial de los Enfermos de Lepra, instituida hace 55 años por Raoul Follereau.
"La Iglesia, en las huellas de Jesús, tiene siempre una atención particular para las personas marcadas por esta enfermedad", explicó el Papa, recordando el Mensaje difundido hace unos días por el Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud.
En este sentido alabó la reciente Declaración del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, solicitando a los Estados la tutela de los enfermos de lepra y de sus familiares. "Por mi parte, les aseguro mi oración y renuevo el ánimo a cuantos luchan con ellos para la curación plena y una buena inserción social", añadió.
Año nuevo en Asia
También quiso el Papa felicitar a los países asiáticos que celebrarán próximamente el nuevo año lunar.
"Les auguro que vivan esta fiesta en alegría. La alegría es la expresión del estar en armonía con uno mismo: y esto sólo puede derivar de estar en armonía con Dios y con su creación", afirmó el Papa, augurando "que la alegría viva siempre en el corazón de todos los ciudadanos de estas naciones, tan queridas por mí, y se irradie en el mundo".

San Pablo ayuda a entender el significado de la conversión, según el Papa

CIUDAD DEL VATICANO, domingo 25 de enero de 2009 (ZENIT.org).- La experiencia de san Pablo puede ser "un modelo para toda auténtica conversión cristiana", afirmó hoy Benedicto XVI, durante el rezo del Ángelus con los peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro.
Gracias a la conversión de Pablo, explicó el Papa, aludiendo a la fiesta de la Conversión de San Pablo que hoy celebra toda la Iglesia, "podemos comprender el verdadero significado de la conversión evangélica".
Aunque en el caso de Pablo "algunos prefieren no utilizar la palabra 'conversión', porque dicen que él ya era creyente y no tuvo que abandonar su fe para adherirse a Cristo", el Papa recuerda que la experiencia de Pablo maduró en el encuentro con Cristo resucitado".
"Fue este encuentro el que le cambió radicalmente la existencia. En el camino de Damasco sucedió para él lo que Jesús pide en el Evangelio de hoy: Saulo se convirtió porque, gracias a la luz divina, 'creyó en el Evangelio'", explicó.
"Su conversión y la nuestra -observó el Pontífice-, consiste en creer en Jesús muerto y resucitado y en abrirse a la iluminación de su gracia divina".
En aquel momento, de hecho, "Saulo comprendió que su slavación no dependía de las obras buenas realizadas según la ley, sino del hecho de que Jesús había muerto también por él -el perseguidor- y que estaba, y está, resucitado".
Según el Papa, "esta verdad, que gracias al bautismo ilumina la existencia de todo cristiano, alumbra completamente nuestra forma de vivir".
Convertirse, por tanto, significa "creer que Jesús se ha entregado a sí mismo por mí, muriendo en la cruz, y que resucitado, vive conmigo y en mí".
Confiando en "el poder de su perdón, explicó el Papa, podemos "salir de las arenas movedizas del orgullo y del pecado, de la mentira y de la tristeza, del egoísmo y de toda falsa seguridad, para conocer y vivir la riqueza de su amor".
Ecumenismo y conversión
El Papa afirmó que la invitación a la conversión era particularmente oportuna en este domingo, en el que coincide esta fiesta paulina con la conclusión de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que había comenzado el 18 de enero.
La conversión "es la actitud espiritual adecuada que nos indica el Apóstol para poder progresar en el camino de la comunión", explicó.
"Los cristianos aún no hemos conseguido la meta de la unidad plena, pero si nos dejamos convertir continuamente por el Señor Jesús, llegaremos seguramente", constató Benedicto XVI.
El Papa pidió la intercesión de la Virgen para que "nos obtenga el don de una conversión verdadera, para que cuanto antes se realice el anhelo de Cristo: Ut unum sint".

El Papa recuerda que la Virgen María “nos hace hermanos y unos une”

CIUDAD DEL VATICANO, jueves 22 de enero de 2009 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI dedicó este miércoles un emocionado e improvisado discurso a la Virgen María como "promotora de la unidad" entre los hombres, en agradecimiento por haber recibido la ciudadanía honoraria de la localidad austríaca de Mariazell, sede de uno de los santuarios marianos más importantes de Europa.
Esta distinción le fue conferida en presencia del Alcalde, Helmut Pertl, del obispo de Graz-Seckau, monseñor Egon Kapellari, y del rector del Santuario de Mariazell, padre Karl Schauer, O.S.B. Ante ellos, el Papa expresó vivamente su agradecimiento.
"Según las previsiones humanas, en esta vida no podré volver a peregrinar allí físicamente, pero ahora vivo allí de verdad y en este sentido estoy presente siempre", afirmó. "Estoy contento de ser de casa con el corazón, y también ahora de derecho, por así decirlo, en Mariazell".
El Papa recordó dos visitas anteriores al Santuario, y contó algunas anécdotas vividas con el obispo y el rector allí presentes, especialmente en su última visita a causa de la lluvia torrencial que les sorprendió.
Por otro lado, puso de manifiesto la importancia que este santuario, muy venerado por los católicos alemanes, ha tenido en la historia europea: "Mariazell es mucho más que un 'lugar': es la actualización de la historia viva de una peregrinación de fe y de oración durante los siglos", explicó.
En esta peregrinación, añadió el Papa, "no están solamente las oraciones y las invocaciones de los hombres, sino que está presente también la realidad de una respuesta: sentimos que la respuesta existe, que no alargamos la mano hacia algo desconocido, sino que Dios existe, y que a través de su Madre quiere estar particularmente cercano a nosotros".
Además, Mariazell expresa "lo que Europa ha sido capaz de construir y de donde procede todo aquello que hoy forma su identidad, y a través de qué Europa podrá volver siempre de nuevo a ser ella misma: a través del encuentro con el Señor, al cual nos conduce su Madre", añadió el Papa.
La verdadera grandeza
Benedicto XVI recordó que la Virgen de Mariazell ha recibido importantes títulos durante la historia, como "gran madre" de Austria y de los pueblos eslavos, en este santuario visitado por miles de personas durante los siglos, hasta el punto que Mariazell se consideraba el centro espiritual del Imperio Austrohúngaro.
Sin embargo, añadió, la Virgen "nos enseña que lo que es verdaderamente 'grande' no es el hecho de ser 'inalcanzable'".
María "manifiesta precisamente su grandeza en el hecho de que Ella se dirige a los pequeños y está presente para los pequeños, que podemos acudir a ella en cualquier momento, sin tener que pagar ningún billete de entrada, simplemente llevando el corazón", explicó el Papa.
Estas grandeza por tanto no tiene que ver con "la majestad exterior", añadió, sino con "la bondad del corazón que ofrece a todos la experiencia de lo que significa estar juntos".
"En los paseos que hago en los paisajes de los recuerdos, vuelvo siempre a hacer una parada en Mariazell, precisamente porque siento que allí la Madre nos sale al encuentro y nos reúne a todos", concluyó el Papa.

martes, 20 de enero de 2009

El Papa pide en un videomensaje "una cultura y una política de la familia"

CIUDAD DE MÉXICO, domingo, 18 enero 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha alentado la movilización social para promover "una cultura y una política de la familia" en el videomensaje dirigido al evento festivo y testimonial del Encuentro Mundial de las Familias, celebrado en México.
Es necesario, asegura el pontífice, "desarrollar una cultura y una política de la familia, que sean impulsadas también de manera organizada por las familias mismas".
Con sus palabras, el Papa alentó "a unirse a las asociaciones que promueven la identidad y los derechos de la familia, según una visión antropológica coherente con el Evangelio", e invitó "a dichas asociaciones a coordinarse y a colaborar entre ellas para que su actividad sea más incisiva".
El intenso frío y la lluvia que azotó este sábado por la noche el noreste de la ciudad de México, impidió la transmisión del videomensaje en la gran explanada de la Basílica de Guadalupe al final del evento festivo de las familias, según estaba previsto.
El mensaje se transmitió a todos los participantes en la misa de clausura de este domingo, que fue presidida por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, y en la que estuvo conectado gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación Benedicto XVI.
El obispo de Roma recordó que la familia es "célula vital de la sociedad, el primer y decisivo recurso para su desarrollo, y tantas veces el último amparo de las personas a las que las estructuras establecidas no llegan a cubrir satisfactoriamente en sus necesidades".
"Por su función social esencial --añadió--, la familia tiene derecho a ser reconocida en su propia identidad y a no ser confundida con otras formas de convivencia, así como a poder contar con la debida protección cultural, jurídica, económica, social, sanitaria y, muy particularmente, con un apoyo que, teniendo en cuenta el número de los hijos y los recursos económicos disponibles, sea suficiente para permitir la libertad de educación y de elección de la escuela".
La familia, "Evangelio vivo" que todos pueden leer
El Santo Padre consideró que la familia cristiana, "viviendo la confianza y la obediencia filial a Dios, la fidelidad y la acogida generosa de los hijos, el cuidado de los más débiles y la prontitud para perdonar, se convierte en un Evangelio vivo, que todos pueden leer, en signo de credibilidad quizás más persuasivo y capaz de interpelar al mundo de hoy".
En este contexto, el Papa dejó a la familia la tarea de presentar "su testimonio de vida y su explícita profesión de fe a los diversos ámbitos de su entorno, como la escuela y las diversas asociaciones".
Asimismo, pidió a las familias que se comprometan "en la formación catequética de sus hijos y las actividades pastorales de su comunidad parroquial, especialmente aquellas relacionadas con la preparación al matrimonio o dirigidas específicamente a la vida familiar".
"Trabajar por la familia es trabajar por el futuro digno y luminoso de la humanidad y por la edificación del Reino de Dios". La familia, concluyó, está llamada "a ser evangelizada y evangelizadora, humana y humanizadora".
El evento testimonial y festivo, también presidido por el cardenal Bertone, legado pontificio, giró en torno al rezo del Rosario, cuyos misterios gozosos estuvieron intercalados por los testimonios de familias de los cinco continentes. La ceremonia estuvo animada por música de reconocidos artistas tanto mexicanos como de otros países.
El evento en el que participaron unas 20 mil personas concluyó con un espectáculo de fuegos artificiales.

Milán, sede del Encuentro Mundial de las Familias en 2012

CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 18 enero 2009 (ZENIT.org).- La ciudad italiana de Milán será la sede del próximo Encuentro Mundial de las Familias en 2012, según anunció Benedicto XVI este domingo.
En un mensaje televisivo en directo dirigido a los peregrinos que participaban en la misa de clausura del Encuentro de las Familias celebrado en la Ciudad de México, el Santo Padre reveló que el tema de la futura asamblea será "La familia, el trabajo y la fiesta".
Hablando en español, el pontífice dio las gracias al cardenal Dionigi Tettamanzi, arzobispo de Milán por "su amabilidad al aceptar este importante compromiso".
Después de que el Papa concluyera, el cardenal Ennio Antonelli, presidente del Consejo Pontificio para la Familia, tomó la palabra para revelar que ese encuentro tendrá lugar en la primavera de 2012.
El evento, siguió informando el purpurado italiano a los peregrinos, se enmarca en un recorrido eclesial y civil de la ciudad de Milán que prevé la celebración, en 2013, de un gran evento de carácter ecuménico e interreligioso para promover la libertad religiosa, al celebrarse los 1.700 años del edicto emitido por esa ciudad por el emperador Constantino (año 313).
Asimismo, el cardenal recordó que Milán acogerá en el año 2015 la exposición universal con el tema "Alimentar el planeta, energía para la vida".
Y hablando en español el cardenal Antonelli se despidió de los peregrinos que llenaban la explanada del Santuario de Nuestra Señor de Guadalupe con estas palabras en español: "Nos vemos en Milán si Dios quiere".
Los Encuentros Mundiales de las Familias fueron creados por Juan Pablo II, quien convocó el primero en Roma, en el año 1994, con motivo del Año Internacional de la Familia convocado por las Naciones Unidas.
Los siguientes encuentros se han celebrado en Río de Janeiro (1997), Roma (2000, año del gran Jubileo), Manila (2003) y Valencia (2006) y México (2009).

El Papa reivindica los derechos de la familia al clausurar el Encuentro de México

CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 18 enero 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI reivindicó los "derechos inalienables" de la familia al clausurar este domingo, con un mensaje televisivo en directo, el VI Encuentro Mundial de las Familias.
Escucharon las palabras del Papa los miles de peregrinos que participaron en la misa presidida por su legado, el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, en la explanada del Santuario de la Virgen de Guadalupe.
El Papa, que había seguido el evento en televisión desde el palacio apostólico vaticano, reconoció en su mensaje dirigido en español que "hoy más que nunca se necesita el testimonio y el compromiso público de todos los bautizados para reafirmar la dignidad y el valor único e insustituible de la familia fundada en el matrimonio de un hombre con una mujer y abierto a la vida, así como el de la vida humana en todas sus etapas".
"Se han de promover también medidas legislativas y administrativas que sostengan a las familias en sus derechos inalienables, necesarios para llevar adelante su extraordinaria misión", consideró el Santo Padre.
En su mensaje, el Papa abrió el corazón para asegurar que "los mexicanos saben bien que están muy cerca del corazón del Papa", provocando espontáneos aplausos entre quienes le escuchaban desde la capital federal.
De hecho, el Papa aseguró que, gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación, "he peregrinado espiritualmente hasta ese Santuario Mariano, corazón de México y de toda América, para confiar a Nuestra Señora de Guadalupe a todas las familias del mundo".
El Santo Padre expresó su cercanía y aseguró su oración por todas las familias en dificultad, en particular a "las que sufren por la pobreza, la enfermedad, la marginación o la emigración. Y muy especialmente en las familias cristianas que son perseguidas a causa de su fe".
Tras anunciar que la sede del VII Encuentro Mundial de las Familias será Milán en 2012, el pontífice concluyó su mensaje con una oración dirigida a la Virgen de Guadalupe para confiarle "a todas las familias del mundo".
"¡Se ve, se siente, el Papa está presente!", fue el coro con el que respondieron los peregrinos a las palabras del Papa al terminar el acto.
Renovación de las promesas matrimoniales
Poco antes, antes de rezar el Credo, durante la misa, los miles de matrimonios presentes renovaron las promesas que un día pronunciaron al contraer el sacramento, prometiendo amarse fielmente, en lo favorable y en lo adverso, "en la salud y la enfermedad, todos los días de la vida".
A continuación presentaron los anillos, que fueron bendecidos por el cardenal Bertone, y después se los pusieron el uno al otro, como habían hecho el día de sus bodas.
El Encuentro de las Familias había comenzado el 14 de enero con un Congreso Teológico Pastoral, que ha batido records en la historia de estos eventos, inaugurados por Juan Pablo II en 1994, pues contó con la participación de más de diez mil congresistas.
Los actos finales multitudinarios se celebraron en la noche del sábado y en la mañana del domingo ante la Basílica de Guadalupe, con la participación de representantes de 98 países.

jueves, 15 de enero de 2009

Benedicto XVI espera que México permita redescubrir la belleza de la familia

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 14 de enero de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha confesado su esperanza en que el VI Encuentro Mundial de las Familias, que se celebra del miércoles al domingo en la Ciudad de México, permita redescubrir la belleza de la célula fundamental de la sociedad.
Poco antes de que comenzara la primera jornada del Congreso Teológico Pastoral del Encuentro, el pontífice, al despedirse de los miles de peregrinos que participaron en la audiencia general, subrayó la importancia del evento.
"Os invito a uniros a mi oración para implorar la abundancia de las gracias divinas sobre el VI Encuentro Mundial de las Familias, que se está desarrollando en estos días en la Ciudad de México", dijo, hablando en italiano.
"Que este importante acontecimiento eclesial manifieste una vez más la belleza y el valor de la familia, suscitando en todos nuevas energías a favor de esta insustituible célula fundamental de la sociedad y de la Iglesia", deseó.
Benedicto XVI se hará presente gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación en los dos momentos culminantes del encuentro: en la tarde-noche del sábado, hora de México, transmitirá un video mensaje al encuentro festivo-testimonial que se celebrará en el atrio de la Basílica de Guadalupe.
En la mañana del domingo, hora de México, seguirá por televisión toda la misa de clausura y al final dirigirá su palabra a los presentes.
El Papa ha establecido que puedan alcanzar la indulgencia plenaria los participantes en el Encuentro, así como las familias que, al no poder estar presentes, se unan al acontecimiento en oración.
Los Encuentros Mundiales de las Familias fueron creados por Juan Pablo II, quien convocó el primero en Roma, en el año 1994, con motivo del Año Internacional de la Familia convocado por las Naciones Unidas.
Los siguientes encuentros se han celebrado en Río de Janeiro (1997), Roma (2000, año del gran Jubileo), Manila (2003) y Valencia (2006).

El Papa explica que quien está en Cristo “no tiene miedo de nada ni nadie”

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 14 de enero de 2009 (ZENIT.org).- El cristiano "no tiene miedo de nada ni nadie", pues Cristo, cabeza de la Iglesia, es el Señor del cosmos, aseguró Benedicto XVI este miércoles durante la audiencia general celebrada en el Aula Pablo VI.
Continuando con el ciclo sobre san Pablo, en el bimilenario de su nacimiento, el Papa explicó un aspecto de la doctrina paulina contenido en las cartas a los Colosenses y a los Efesios -dos cartas "casi gemelas", explicó- que es la consideración de Cristo como "cabeza" de la Iglesia y de todo el cosmos, y las implicaciones que esto tiene para la vida de los cristianos.
Este "señorío de Cristo" sobre "las potencias celestes y el cosmos entero" constituye "un mensaje altamente positivo y fecundo" para el hombre pagano de ayer y de hoy, explicó a los más de cuatro mil peregrinos que participaron en el encuentro.
"Para el mundo pagano, que creía en un mundo lleno de espíritus, en gran parte peligrosos y contra los cuales había que defenderse, aparecía como una verdadera liberación el anuncio de que Cristo era el único vencedor y de que quien estaba con Cristo no tenía que temer a nadie".
El Papa añadió que "lo mismo vale también para el paganismo de hoy, porque también los actuales seguidores de estas ideologías ven el mundo lleno de poderes peligrosos. A estos es necesario anunciar que Cristo es el vencedor, así que quien está con Cristo, quien permanece unido a Él no debe temer a nada ni a nadie".
Esto es importante también para los cristianos, añadió: "debemos aprender a afrontar todos los miedos, porque Él está por encima de toda dominación, es el verdadero Señor del mundo".
Cristo, explicó el Papa, "no tiene que temer a ningún eventual competidor, porque es superior a cualquier forma de poder que intentase humillar al hombre. Por eso, si estamos unidos a Cristo, no debemos temer a ningún enemigo y a ninguna adversidad; ¡pero esto significa también que debemos permanecer bien unidos a Él, sin soltar la presa!".
Esto tiene otra implicación importante, señaló, y es que el cosmos "tiene sentido": "no existe, por una parte, el gran mundo material y por otra esta pequeña realidad de la historia de nuestra tierra, el mundo de las personas: todo es uno en Cristo".
Esta visión no sólo es "racional", sino que es incluso "la más universalista": "la Iglesia reconoce que, en cualquier modo, Cristo es más grande que ella, dado que su señorío se extiende también más allá de sus fronteras".
"Esto significa que debemos considerar positivamente las realidades terrenas, porque Cristo las recapitula en sí, y al mismo tiempo, debemos vivir en plenitud nuestra identidad específica eclesial, que es la más homogénea a la identidad del propio Cristo", añadió el Papa.
De esta conciencia viene a los cristianos "la fuerza de actuar de modo recto" tanto de cara a los demás como hacia la Creación, explicó.
"Estas dos Cartas son una gran catequesis, de la que podemos aprender no sólo cómo ser buenos cristianos, sino también cómo llegar a ser realmente hombres. Si empezamos a entender que el cosmos es la huella de Cristo, aprendemos nuestra relación recta con el cosmos, con todos los problemas de su conservación".
Así también "aprendemos a verlos con la razón, pero con una razón movida por el amor, y con la humildad y el respeto que permiten actuar de forma correcta. , añadió.
Por otro lado, "si pensamos que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo, que Cristo se ha dado a sí mismo por ella, aprendemos cómo vivir con Cristo el amor recíproco, el amor que nos une a Dios y que nos hace ver al otro como imagen de Cristo, como Cristo mismo".
Ante este "misterio de Cristo", afirmó el Papa, "las meras categorías intelectuales resultan insuficientes".
"Reconociendo que muchas cosas están más allá de nuestras capacidades racionales, debemos confiar en la contemplación humilde y gozosa no sólo de la mente sino también del corazón. Los Padres de la Iglesia, por otro lado, nos dicen que el amor comprende mucho más que la sola razón", concluyó.

martes, 13 de enero de 2009

La crisis plantea la urgencia de la educación de los jóvenes, asegura Benedicto XVI

CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 12 de enero de 2009 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI considera que la actual crisis mundial y sus causas plantean la urgencia de "una formación en valores", especialmente a los jóvenes.
La actual crisis económica que está afectando a la comunidad mundial, afirmó este lunes durante el tradicional encuentro de primeros de año, a los miembros de la administración de la ciudad de Roma, de su provincia y de la región del Lazio, de la que depende, "está ligada con otra estructural, cultural, de valores".
Esta crisis de valores es patente especialmente entre los jóvenes, explicó, en quienes "se debilitan los valores humanos y cristianos que dan sentido al vivir cotidiano y que forman una visión de la vida abierta a la esperanza", y "surgen en cambio deseos efímeros y esperanzas no duraderas, que al final general aburrimiento y fracasos".
El Papa lamentó las noticias sobre la violencia juvenil y las muertes en accidentes, y explicó que existe una "emergencia educativa" a la que hay que dar respuesta también desde la Iglesia.
El actual "nihilismo" tiene como consecuencia, afirmó, "la banalización de la propia vida para refugiarse en la transgresión, en la droga y en el alcohol, que para algunos se ha convertido en el rito habitual del fin de semana".
"Incluso el amor tiende a reducirse a una simple cosa que se puede comprar y vender y hasta el hombre mismo se convierte en mercancía", añadió.
El Papa invitó a los poderes públicos a "dedicarse seriamente a los jóvenes, a no dejarles a merced de sí mismos y expuesto a la escuela de 'malos maestros', sino a comprometerles en iniciativas serias, que les permitan comprender el valor de la vida en una familia estable, fundada en el matrimonio".
Recalcó que la Iglesia, "con una intuición que quisiera llamar profética, concentra sus esfuerzos desde hace años en el tema de la educación".
La Iglesia, en el campo de la educación, "está llamada a hacer su aportación estimulando la reflexión y formando las conciencias de los fieles y de todos los ciudadanos de buena voluntad".
Añadió que es una "prioridad inderogable" la "formación en el respeto de las normas, en la asunción de las propias responsabilidades, a una actitud de vida que reduzca el individualismo y la defensa d ellos intereses parciales, para tender juntos al bien de todos, poniendo una particular atención a las expectativas de los sujetos más débiles de la población, no considerándolos un peso sino un recurso que valorar".
"Quizás nunca como ahora la sociedad civil comprende que sólo con estilos de vida inspirados en la sobriedad, en la solidaridad y en la responsabilidad, es posible construir una sociedad más justa y un futuro mejor para todos", aseveró el obispo de Roma.
Colaboración de la Iglesia ante la crisis
En la situación actual, el pontífice invitó a los poderes públicos a tener "una voluntad concorde de reaccionar, superando las divisiones y concertando estrategias que, si por una parte afrontan las emergencias de hoy, por la otra miran a diseñar un proyecto orgánico estratégico para los próximos años".
En este sentido, reconoció la labor que las instituciones católicas, especialmente las Cáritas diocesanas, están llevando a cabo en la región, y reclamó "una sinergia entre todas las Instituciones para ofrecer respuestas concretas a las crecientes necesidades de la gente".
Benedicto XVI instó a una mayor colaboración entre Iglesia y poderes públicos, "en el respeto de las competencias recíprocas", en todos los campos, incluido el sanitario.
Reafirmó que la Iglesia "no pide ni busca privilegios, sino que desea que su propia misión espiritual y social siga encontrando aprecio y cooperación".

lunes, 5 de enero de 2009

Benedicto XVI pide rezar por las familias en el mes de enero

CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 4 de enero de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha pedido rezar por las familias en particular durante este mes de enero, en el que se celebra el VI Encuentro Mundial de las Familias en la Ciudad de México.
Lo propone en las intenciones del Apostolado de la Oración, iniciativa que siguen unos 50 millones de personas de los cinco continentes, para este mes que comienza.
El Papa presenta dos intenciones de oración, una general y otra misionera.
La intención general del mes de enero dice así: "Para que la familia sea, cada vez más, un lugar de formación en la caridad, de crecimiento personal y de transmisión de la fe".
Miles de familias se reunirán en la capital mexicana del 13 al 18 de enero, en un evento al que Benedicto XVI se unirá gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación, y en el que le representará personalmente el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado.
Los Encuentros Mundiales de las Familias fueron creados por Juan Pablo II, quien convocó el primero en Roma, en el año 1994, con motivo del Año Internacional de la Familia convocado por las Naciones Unidas.
Los siguientes encuentros se han celebrado en Río de Janeiro (1997), Roma (2000, año del gran Jubileo), Manila (2003) y Valencia (2006).
La intención misionera del mes de enero propuesta por el Papa es la siguiente: "Para que, conscientes de la necesidad de una nueva Evangelización en esta época de profundas transformaciones, las diversas confesiones cristianas se empeñen en anunciar la Buena Nueva y en caminar hacia la plena unidad de todos los cristianos, para ofrecer así un testimonio más creíble del Evangelio".

El Papa presenta modelos de familias cristianas

CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 4 de enero de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha presentado ejemplos de familias cristianas, tanto de los primeros siglos de la iglesia como del siglo XX, en una carta dirigida en preparación del VI Encuentro Mundial de las Familias.
La misiva, escrita en latín, está dirigida al cardenal cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, quien representará personalmente al Papa, durante esas celebraciones que tendrán lugar en la Ciudad de México del 13 al 18 de enero.
Al ofrecer modelos de familias, entre los antiguos cristianos de Oriente, presenta a Basilio y Emilia, quienes vivieron entre el siglo III y IV, pues de sus nueve hijos cuatro son santos (san Basilio, san Gregorio Niseno, san Pedro de Sebaste, y santa Macrina).
Entre los cristianos de Occidente cita al senador Gordiano, ejemplo de político íntegro, y a su esposa Silvia, padres del Papa Gregorio Magno, quien vivió en el siglo VI.
Luego presenta modelos de familias más recientes, como el caso de la mártir española María Teresa Ferragud Roig, que fue arrestada a los 83 años de edad junto con sus cuatro hijas religiosas contemplativas.
El 25 de octubre de 1936, fiesta de Cristo Rey, la beata pidió acompañar a sus hijas al martirio y ser ejecutada en último lugar para poder así alentarlas a morir por la fe. Su muerte impresionó tanto a sus verdugos que exclamaron: "Ésta es una verdadera santa".
A continuación propone el modelo de vida de los cónyuges italianos Luigi (1880-1951) y María (1884-1965) Beltrame Quattrochi, la primera pareja elevada conjuntamente a los altares. Él era abogado del Estado; ella era profesora y escritora de temas de educación.
Luego el Papa presenta a la pareja recientemente beatificada, los franceses Louis Martin (1823-1894) Marie Zélie Guérin (1831-1877), padres de santa Teresita del Niño Jesús, patrona de las Misiones, a quien el Papa define "flor del Carmelo".

jueves, 1 de enero de 2009

Benedicto XVI dedica a los jóvenes su última reflexión del 2008

CIUDAD DEL VATICANO, jueves 1 de enero de 2009 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI dedicó a los jóvenes sus últimas reflexiones del año 2008, durante la celebración de las Primeras Vísperas de la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios y el solemne Te Deum, de acción de gracias.
El Papa quiso dedicar a los jóvenes, de la misma forma que la Noche de Navidad habló sobre los niños, esta última reflexión del año, y les pidió que no duden “en elegir un estilo de vida que no siga la mentalidad hedonista actual”.
“La sociedad necesita ciudadanos que no se preocupen sólo de sus propios intereses, porque, como recordé el día de Navidad, “el mundo va a la ruina si cada uno piensa sólo en sí mismo”, afirmó el Papa.
Por otro lado, les pidió generosidad a la hora de responder a la llamada divina, a “no tener miedo de la tarea apostólica que el Señor os confía”. “Las crecientes necesidades de la evangelización requieren numerosos obreros en la viña del Señor: no dudéis en responderle con prontitud si Él os llama”.
“El Espíritu Santo os asegura la fuerza necesaria para dar testimonio de la alegría de la fe y de la belleza de ser cristianos”, añadió.
Se dirigió también a los padres de los jóvenes, y les pidió “dar testimonio a las nuevas generaciones de la alegría que brota del encuentro con Jesús, el cual naciendo en Belén no ha venido a quitarnos algo, sino a dárnoslo todo”.
Los jóvenes, explicó el Papa, “ llevan imborrable en su corazón la pregunta sobre el sentido de la existencia humana”, y alabó una iniciativa puesta en marcha en la diócesis de Roma por grupos de padres que “buscan nuevas vías para ayudar a sus propios hijos a responder a los grandes interrogantes existenciales”.
Afrontar los retos actuales
En su saludo también a la diócesis de Roma recalcó la necesidad de “formar operadores pastorales” que “puedan afrontar los desafíos que la cultura moderna presenta a la fe cristiana”.
Invitó especialmente a responder “a la actual situación de emergencia educativa”, mediante una mayor presenta en este campo, y especialmente, mediante una sinergia mayor “entre las familias, la escuela y las parroquias para una evangelización profunda y para una animosa promoción humana, capaces de comunicar a cuantos más posibles la riqueza que brota del encuentro con Cristo”.
“El encuentro con Cristo, vosotros lo sabéis bien, renueva la existencia personal y os ayuda a contribuir a la construcción de una sociedad justa y fraterna. Es por tanto que, como creyentes, podemos dar una gran contribución también para superar la actual emergencia educativa”, añadió, precisamente porque “la presencia de Cristo es un don que debemos saber compartir con todos”.
“La presencia de numerosas y cualificadas instituciones académicas en Roma y la muchas iniciativas promovidas por las parroquias nos hacen mirar con confianza al futuro del cristianismo en esta ciudad”, añadió.
Reflexionando también sobre el significado de la solemnidad de María Madre de Dios, el Papa explicó que “a misma Virgen nos recuerda qué gran regalo nos ha hecho Jesús con su nacimiento, qué precioso tesoro constituye para nosotros su Encarnación”.
“Viniendo al mundo, el Verbo eterno del Padre nos ha revelado la cercanía de Dios y la verdad última sobre el hombre y sobre su destino eterno; ha venido a quedarse con nosotros para ser nuestro apoyo insustituible, especialmente en las inevitables dificultades de cada día”, añadió.
Al mismo tiempo, invitó a los fieles a dar gracias por el año que concluye, en “alabanza y acción de gracias a Aquel que nos hace el don del tiempo, oportunidad preciosa de hacer el bien; unamos la petición de perdón por no haberlo quizás empleado siempre útilmente”.
Concluyó el Papa que en la Navidad “Jesús viene a ofrecer su Palabra como lámpara que guía nuestros pasos; viene a ofrecerse a sí mismo y de Él, nuestra esperanza cierta, debemos saber dar razón de nuestra existencia cotidiana, consciente de que solamente en el misterio del Verbo encarnado encuentra verdadera luz el misterio del hombre”.

Frutos de Sydney 2008: Más vocaciones, conversiones y regreso de fieles

SYDNEY, 1 enero 2009 (ZENIT.org).- Aumento de vocaciones, conversiones y regreso de fieles son algunos de los frutos más palpables de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Sydney, Australia, celebrada en julio pasado y convocada por Benedicto XVI.
Así lo ha declarado al "Servizio Informazione Religiosa" (SIR) -la agencia de noticias de la Conferencia Episcopal Italiana- el mismo arzobispo de Sydney, el cardenal George Pell.
"Estamos registrando -afirmó- un aumento de conversiones. Hace pocos días, un párroco me llamó para decirme que un total de 25 personas, jóvenes y adultos, decidieron hacerse católicos".
Este es un hecho significativo, dado que en Australia los católicos son una minoría. Incluso las vocaciones al sacerdocio están aumentando.
"El próximo febrero de 2009, siete jóvenes entrarán en el Seminario de Sydney, y ocho en el de Melbourne. Se acaba de realizar un curso para animadores espirituales, mientras que se multiplican los encuentros y retiros de asociaciones y movimientos", explica el arzobispo.
Uno de los aspectos de la Jornada Mundial más apreciado por los jóvenes fue el de las catequesis.
"Muchos siguen pidiéndolas y en numerosas parroquias se han convertido en una convocatoria fija. Los jóvenes no quieren sólo que se les diga lo que está bien y lo que está mal, sino entender también la doctrina de la Iglesia sobre temas de actualidad".
"Otro fruto de la Jornada Mundial -concluye el cardenal Pell- es una renovada atención a la pastoral aborigen, que trataremos de desarrollar durante 2009, con un encuentro nacional sobre el Espíritu Santo. Una de las líneas que estamos siguiendo es la educación gratuita para todos los niños aborígenes, desde la guardería hasta la enseñanza media, en las escuelas católicas de la archidiócesis, y ya contamos con un aumento en el número de matrículas".