lunes, 19 de abril de 2010

El Papa destaca la contribución cultural de las minorías creativas

ROMA, lunes 19 de abril de 2010 (ZENIT.org).- El secretario de Estado vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, destacó la “decisiva” contribución cultural de las minorías creativas, en una carta enviada en nombre del Papa Benedicto XVI al presidente del Instituto G. Toniolo de Estudios Superiores, el cardenal Dionigi Tettamanzi.
La carta se envía con ocasión de la celebración, este domingo, de la 86ª Jornada Nacional para la Universidad Católica del Sagrado Corazón, informó la Oficina de Información de la Santa Sede.
La carta define las minorías creativas como a “hombres que en el encuentro con Cristo han encontrado la perla preciosa, que da valor a toda la vida, y, precisamente por eso, logran dar contribuciones decisivas a una elaboración cultural capaz de delinear nuevos modelos de desarrollo”.
Y afirma que “sin esas fuerzas humanas, que viven la riqueza encontrada de manera convincente también para los demás, no se construye nada”.
El purpurado recoge en su carta las palabras que el Papa pronunció el pasado mes de septiembre durante su viaje en avión de Roma a Praga, para la visita a la República Checa.
Benedicto XVI afirmó entonces: “Yo diría que normalmente son las minorías creativas las que determinan el futuro, y en este sentido la Iglesia católica debe entenderse como minoría creativa que tiene una herencia de valores que no son algo del pasado, sino una realidad muy viva y actual”.
“La Iglesia debe actualizar, estar presente en el debate público, en nuestra lucha por un concepto verdadero de libertad y de paz”, añadió el Papa.
El cardenal Bertone recuerda en su carta que “determinar modelos económicos y políticos es tarea de los laicos.
A los cristianos laicos se les pide un “testimonio personal de compromiso social en las oportunas formas asociativas”, y que actúen “siempre con la clara iluminación de la Palabra de la fe, escrita o transmitida, de la que el Magisterio es custodio fiel e intérprete seguro”, afirma.
“Se inserta aquí la tarea insustituible de la Universidad Católica -añade-, lugar en el que la relación educativa se pone al servicio de la persona en la construcción de una cualificada competencia científica que se arraiga y se alimenta de un patrimonio de saber que el cambio de generaciones ha destilado en sabiduría de vida”.
La carta indica también que la celebración de la Jornada Nacional para la Universidad Católica del Sagrado Corazón “ofrece la oportunidad a Su Santidad Benedicto XVI de renovar Su aprecio por la significativa función que continúa teniendo esta Institución académica en el panorama cultural de nuestra sociedad”.
Y destaca el aprecio del Papa por “la preciosa obra de formación desarrollada especialmente con las nuevas generaciones” en esta universidad, cuyo campus de Roma acoge el Policlínico Agostino Gemelli.
Este año, la jornada, que llegó a su 86ª edición, tenía como tema “Un impulso creativo para nuevos modelos de desarrollo”.
La Universidad Católica del Sagrado Corazón está estructuralmente unida a la Santa Sede a través del Instituto Toniolo de Estudios Superiores, cuya tarea es la de alcanzar los fines institucionales de la universidad de los católicos italianos.
Así se asegura de manera colegial un sólido anclaje de la universidad con la Cátedra de Pedro y con el patrimonio de los valores dejados en herencia por sus fundadores.
El cardenal indica en la carta que el trabajo cotidiano de investigación, enseñanza y estudio muestra la relación especial de esta universidad con la sede de Pedro.
En este trabajo, recuerda la misiva, “la traditio – camino excelente de educación creativa-, expresa plenamente su propio potencial de innovación”.
“De hecho, ningún progreso, y menos en el plano cultural, se nutre de mera repetición, sino que exige un inicio siempre nuevo”, afirma el cardenal Bertone.
“Requiere, además, esa disponibilidad al debate y al diálogo que abre la inteligencia y que da testimonio de la rica fecundidad del patrimonio de la fe: caridad en la verdad”, continúa.
“Se contribuye así a formar una sólida estructura de personalidad, en la que la identidad cristiana penetra en la vida cotidiana y se expresa en una profesionalidad excelente, en respuesta a un desafío de gran trascendencia, que exalta ese compromiso creativo que la transformación pascual renueva en su dinamismo vital”.
“La universidad se convierte así en un ambiente espiritual y cultural privilegiado, que no limita el aprendizaje a la funcionalidad de un éxito económico, sino que amplia el aliento sobre proyectos en los que la inteligencia investiga y desarrolla los dones del mundo creado”, prosigue la carta.
“Es ésta la energía creativa que supera la repetición que aburre, el pragmatismo que mortifica -añade-. Así la vida universitaria se renueva y genera una verdadera communitas, según el lema escogido este año como camino de reflexión y de crecimiento común”.
En su carta, el secretario de Estado destaca el valor de “la búsqueda de la verdad en la dulzura de una reciprocidad dada” y de la gratuidad, “a menudo no reconocida a causa de una visión meramente productivista y utilitarista de la existencia”.
Fundada en 1921, la Universidad Católica del Sagrado Corazón, en sus cinco sedes y catorce facultades, cuenta con decenas de miles de estudiantes inscritos.